Trastornos Psicosomáticos

Los trastornos psicosomáticos son trastornos en los que hay una enfermedad física, comprobada médicamente que es causada y/o potenciada por elementos psíquicos o mentales. En este tipo de trastornos los procesos mentales tienen un efecto directo sobre una o varias zonas del organismo. En general, se aplica a los trastornos físicos que se consideran originados por factores psicológicos o en los que en su origen tienen mucha importancia los factores psicológicos.

La influencia de los factores psicológicos en una determinada condición médica se puede manifestar de la siguiente manera:

Alteran el curso de la enfermedad.

Perturban el tratamiento de la condición médica general.

Agravan los síntomas de una condición médica general a través de respuestas fisiológicas asociadas al estrés.

Constituyen un factor de riesgo adicional para la salud del individuo.

En general, los pacientes que padecen algún trastorno psicosomático enumeran una serie de síntomas que no pueden ser atribuidos a ninguna enfermedad física, de modo que pasan por varios especialistas e intentan diferentes tratamientos antes de acudir al psicólogo. El paciente no provoca los síntomas de una manera consciente y no finge los síntomas.

Por otro lado, los trastornos psicosomáticos también pueden presentarse como enfermedades orgánicas bien definidas y en las que los factores psicológicos juegan un papel muy importante, ya sea en su inicio, evolución o intensidad.

Enfermedades psicosomáticas más frecuentes:

  • Digestivas: síndrome del intestino irritable, úlcera, colitis ulcerosa, aerofagia y dispepsias psicógenas, gastritis, reflujo, diarreas psicógenas, meteorismo…

  • Vomito psicógeno: la persona que padece vómito psicógeno presenta episodios de vómitos no inducidos de manera continua. El origen del trastorno es psicológico y a pesar de que se realizan estudios no se encuentran indicios de que el origen de estos vómitos sea físico. Estos vómitos suelen aparecer después de las comidas o de manera irregular sin ningún patrón que los explique. Este trastorno se registra dentro de los trastornos alimentarios debido a que la persona acaba perdiendo gran cantidad de peso ante a la imposibilidad de mantener la comida en el cuerpo. Causa muchas limitaciones y gran malestar en la persona.

  • Corazón y sistema cardiovascular: hipertensión arterial, infarto de miocardio y hemorragias cerebrales, neurosis cardíaca…
  • Genitourinarias: vaginismo, trastornos menstruales, enuresis, disfunciones sexuales, algunos tipos de infecciones de orina por repetición, cándidas.
  • Genitourinarias: vaginismo, trastornos menstruales, enuresis, disfunciones sexuales, algunos tipos de infecciones de orina por repetición, cándidas.
  • Endocrinas: Hashimoto diabetes, hipertiroidismo y obesidad de tipo endógeno.
  • Dermatológicas o cutáneas: eccemas, alopecia, psoriasis, dermatitis, alopecia areata, acné, picazón intensa, prurito psicógeno o urticaria, vitíligo, sensación de hinchazón, hormigueo, entumecimiento o sensaciones extrañas…
  • Osteomusculares: cefaleas tensionales, fibromialgia…
  • Trastorno del sueño: Insomnio, terrores nocturnos, dificultades para dormir, insomnio o disomnia, movimiento e inquietud.

Tipos de trastornos conversivos o somatomorfos.

Trastorno somatomorfo indiferenciado

En ausencia de enfermedad médica, la persona manifiesta los síntomas físicos de una enfermedad. Se manifiesta como la presentación reiterada de síntomas orgánicos generalmente acompañados de demandas persistentes de consultas, exploraciones, estudios y análisis clínicos.

Trastorno de conversión

La persona manifiesta síntomas de ceguera sin ser ciego, puede parecer sordo sin serlo o mostrar incapacidad para andar sin estar sus piernas afectadas por lesión alguna. Este tipo de trastorno suele aparecer después de que la persona sufra un trauma que no es capaz de superar.

El trastorno por dolor/fibromialgia

La persona afirma sentir dolor de manera constante. La característica fundamental es que no se puede constatar a nivel médico enfermedad alguna que provoque o justifique a nivel físico ese dolor.

Trastorno de somatización

La persona que padece un trastorno de somatización manifiesta síntomas físicos múltiples, recurrentes y variables, presentes desde hace cierto tiempo y sin una adecuada explicación orgánica.

Comienza a manifestarse antes de los 30 años. El curso de este trastorno es más largo que el trastorno somatomorfo, ya que, para que diagnosticado la persona debe manifestar durante años episodios continuados de una combinación de síntomas físicos como:

  • Molestias gastrointestinales
  • Dolor cuando mantiene relaciones sexuales
  • Dolor en articulaciones, tórax, espalda, abdomen…
  • Mostrar intolerancia a algunos alimentos

Ansiedad por enfermedad

La persona se muestra preocupada en exceso ante la posibilidad de padecer enfermedades. Cree identificar síntomas o anormalidades en sus funciones corporales cotidianas, convencida de estar sufriendo una grave enfermedad.

Es frecuente que la persona con hipocondría presente altos niveles de ansiedad (llegando incluso a tener crisis de pánico) y puede llegar a somatizar más fácilmente que otras personas ante situaciones estresantes o de cambio (de trabajo, de estado civil, embarazo…).

La característica esencial de este trastorno es la preocupación persistente de la posibilidad de tener una o más enfermedades somáticas graves progresivas. Se pone de manifiesto por la presencia de quejas somáticas persistentes o por preocupaciones persistentes sobre el organismo. Con frecuencia el enfermo valora sensaciones y fenómenos normales o frecuentes como excepcionales o molestos, centrando su atención, casi siempre sólo sobre uno o dos órganos o sistemas del cuerpo.